lunes, 29 de noviembre de 2010

Seis madres renunciaron a sus hijos nada más nacer este año en el Bierzo

Seis madres han renunciado en lo que va de año a sus hijos recién nacidos. La decisión de renunciar pueden haberla tomado durante el embarazo o en el momento del parto, pero una vez que la hacen efectiva es el Servicio de Protección a la infancia del Consejo Comarcal del Bierzo el que se encarga de los trámites para que los bebés sean acogidos por familias o en centros y pasen al sistema de adopciones. La cifra triplica el número de casos de renuncia que se contabilizaron el año pasado en la comarca y hay que remontarse a 1995, para encontrar la misma cifra.

La coordinadora del departamento de Menores del Consejo Comarcal del Bierzo, la psicóloga Carmen Fernández, remarcó que entre los principales motivos que llevan a una mujer a renunciar a su bebé están la falta de recursos, la edad, porque pueden ser madres muy jóvenes, o por tener más hijos y no poder hacer frente a uno más. En el servicio que gestiona el ente comarcal, dependiente de la Junta de Castilla y León, precisaron que el año pasado el número de renuncias fueron dos y que el 2008 fue un año excepcional en el que no se contabilizó ningún caso. Salvo en el 2003 y en 1995, cuando las renuncias fueron cinco y seis, el resto de los años las cantidades suelen moverse entre uno y dos bebés.

Aunque la renuncia puede realizarse a cualquier edad, la mayoría de las madres lo hace nada más dar a luz. A la espera de que los niños sean adoptados son acogidos en centros o por familias de la comarca, a través de un programa que gestiona Cruz Roja. En la comarca del Bierzo hay dos centros, uno en Villafranca y otro en Ponferrada.

Quince familias, dispuestas a acoger. Una quincena de familias bercianas participa este año en el servicio de acogida de menores de la oenegé, tres más que el año pasado. Actualmente, nueve de ellas tienen niños acogidos y cuatro están libres. Las dos restantes aún están pendientes de valoración. Tras analizar que cumplan una serie de requisitos, las familias deben pasar una batería de encuentros con trabajadores sociales y psicólogos para que se les entreguen los pequeños y puedan encargarse de su cuidado hasta que la Junta encuentre una familia adoptiva.

Desde enero hasta noviembre, trece pequeños han sido acogidos por estas familias ponferradinas, que forman parte del programa voluntariamente y que tan sólo reciben ayuda económica para la manutención de los niños. Las familias de acogida son atendidas psicológicamente mientras cuidan a los pequeños, «porque son situaciones muy duras, aunque ellos saben las condiciones, que el niño tan sólo estará durante una temporada», matizó la presidenta de Cruz Roja, María Gutiérrez, que añadió que hay encuentros constantes con los trabajadores sociales.

Las adopciones. Desde finales de octubre hasta finales de noviembre tres pequeños que estaban con sus familias de acogida han encontrado una familia de adopción. Cuanto más pequeño es el bebé, más fácil resulta encontrarle un hogar, pero también se dan casos de adopciones de varios hermanos a la vez o de niños con problemas físicos o psíquicos. «La adopción de los recién nacidos suele dilatarse dos o tres meses y el tiempo va alargándose a medida que crece el niño», explicó Gutiérrez.

El Consejo Comarcal del Bierzo también recoge solicitudes de adopción y el número de personas interesadas en adoptar un niño ha bajado en los últimos años. En el año 2006 fueron una decena los que presentaron la solicitud, y la cifra fue cayendo a los seis, los ocho hasta los tres interesados en el 2009 y en el 2010.

Fuente: Diario de León

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