NIÑOS DE LA TIERRA
Los viajes simbolizan el cruce del mar de la vida, la superación de las dificultades y el logro de la perfección, son también símbolos de transformación, la búsqueda del paraíso perdido; iniciación, enfrentarse a pruebas y peligros en la búsqueda de la perfección y la realización; prueba e instrucción del carácter; el paso de la oscuridad a la luz, de la muerte a la inmortalidad; el hallazgo del centro espiritual.
Los viajes simbolizan el cruce del mar de la vida, la superación de las dificultades y el logro de la perfección, son también símbolos de transformación, la búsqueda del paraíso perdido; iniciación, enfrentarse a pruebas y peligros en la búsqueda de la perfección y la realización; prueba e instrucción del carácter; el paso de la oscuridad a la luz, de la muerte a la inmortalidad; el hallazgo del centro espiritual.
Diccionario de símbolos, J.C. Cooper
Más de 500 años después de irrumpir en el paraiso y proclamarlo en pecado yo también descubrí América. Y fue ella la que me conquistó, la que me recordó que no somos poseedores de tierra alguna, sino sus hijos.
Imagino las preguntas de sus antiguos moradores al encontrarse con aquellos hombres de barba y armadura:
¿Qué le ha pasado al hermano blanco?
¿Qué le ha pasado al hermano blanco?
¿Porqué hierven sus ojos en dolor y codicia?
¿Porqué no respeta ya a su Madre?
De las muchas enfermedades que llevamos a América, la del olvido es la peor de todas. El olvido de quién somos, el olvido de que todo está vivo y nada existe por sí sólo- crea un vacío imposible de llenar. Viviendo en este olvido nos convertimos en verdad en fantasmas hambrientos y asustados.
Por fortuna, la vida nos ofrece cada día multitud de ocasiones para recordar. A veces para cambiar, otras para aceptar. Para morir y renacer.
Estas oportunidades se nos brindan a través de las personas con quienes compartimos nuestras vidas: nuestros amigos, nuestros enemigos, todos nuestros desconocidos.
Todos ellos, así, se convierten en nuestros maestros por ser los catalizadores de nuestro desarrollo.
Cada una de las imágenes de la exposición “Niños de la Tierra” me retratan, reflejan quien fui y quien soy mejor que cualquier curriculum. Nunca es casualidad quien sale a nuestro encuentro.
Sirvan los retratos de esta exposición como agradecimiento a la tierra y las gentes del Perú por ayudarme a encontrar El Dorado en mi interior.
AYLLU MASIKUNAPA
(todos pertenecemos a la misma familia)
(todos pertenecemos a la misma familia)
Victor Arias, Julio de 2011
Fuente: Museo Arqueológico Cacabelos (MARCA)
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