Berciana de pura cepa de la localidad de Las Ventas de Albares, Severina Martínez Saldise o SMS como a ella les gusta firmar cada una de sus obras, ha encontrado con la madurez un nuevo rumbo para su vida. Aunque el arte del vidrio es algo que le apasiona desde pequeña, cuenta que ya de niña acostumbraba a recoger los cristales que encontraba por la playa, apenas hace tres años que, tras muchas horas de preparación y aprendizaje, ha hecho del arte del vidrio su forma de vida.
La imaginación y las ganas de trabajar son los elementos esenciales para emprender cada día una nueva jornada laboral. Sus comienzos fueron con producciones sencillas de bisutería, pero poco a poco fue perfeccionando la técnica hasta conseguir figuras o incluso cuadros y relojes. Añora su tierra, a la que acude un par de veces al mes porque asegura que lo necesita, ya que «ser de León es un honor, pero ser de El Bierzo es un título», pero las circunstancias de la vida hicieron que hace ya varios años viniera a Valladolid, y es ahí donde tiene su taller desde el que crea sus diseños exclusivos.
Su técnica se basa en la fusión del vidrio, a partir de planchas que compra coloreadas o blancas a las que añade esmaltes, y el termoformado con lo que moldea los productos que quiere elaborar. Una vez conformado el género lo calienta en un horno especial a 850 grados, momento en el que el sólido se vuelve líquido y el líquido sólido y toma la forma deseada. En sus últimas creaciones ha innovado con diferentes elementos como la forja o la madera para componer nuevos formatos, como por ejemplo los relojes o los cuadros. Su última creación son las meninas, unas muñecas que recuerdan a las famosas Meninas del cuadro de Velázquez.
El próximo objetivo que tiene en mente es la realización de una colección de tortugas, porque asegura que antes de colocarse delante del vidrio es necesario saber qué quieres hacer. Sin embargo, señala que no está sola con sus diseños, las manos de su marido y de sus hijos son indispensables para su trabajo de cada día.
El pasado año acudió a más de treinta ferias de artesanía y mercados medievales de Castilla y León. Su próxima cita será en la feria de muestras de Villablino el 8,9 y 10 de abril. Es durante la época invernal cuando aprovecha a elaborar las creaciones que venderá el resto del año. Comenta que el público de la Comunidad valora este arte, pero que son los leoneses los más receptivos y los salmantinos los que más pasean sin comprar.
«A los artesanos nos gusta que se paren en nuestro puesto y nos pregunten cómo se hace». Cuenta que cuando alguien le pregunta por su trabajo explica que en la artesanía está la singularidad, ya que todo el trabajo que realiza con las manos conlleva diferencias. Además destaca que no le gusta repetir los artículos, los precios varían según su elaboración, pero rondan entre los diez y los cien euros. Hace un mes colocó su primera exposición en la localidad vallisoletana de Santovenia.
Pocos son los artesanos que aún quedan hoy en día en la comunidad Castilla y León, pero Severina es un ejemplo de que no importa la edad que se tenga para emprender un nuevo camino laboral.
Fuente e imagen: Diario de León
La imaginación y las ganas de trabajar son los elementos esenciales para emprender cada día una nueva jornada laboral. Sus comienzos fueron con producciones sencillas de bisutería, pero poco a poco fue perfeccionando la técnica hasta conseguir figuras o incluso cuadros y relojes. Añora su tierra, a la que acude un par de veces al mes porque asegura que lo necesita, ya que «ser de León es un honor, pero ser de El Bierzo es un título», pero las circunstancias de la vida hicieron que hace ya varios años viniera a Valladolid, y es ahí donde tiene su taller desde el que crea sus diseños exclusivos.
Su técnica se basa en la fusión del vidrio, a partir de planchas que compra coloreadas o blancas a las que añade esmaltes, y el termoformado con lo que moldea los productos que quiere elaborar. Una vez conformado el género lo calienta en un horno especial a 850 grados, momento en el que el sólido se vuelve líquido y el líquido sólido y toma la forma deseada. En sus últimas creaciones ha innovado con diferentes elementos como la forja o la madera para componer nuevos formatos, como por ejemplo los relojes o los cuadros. Su última creación son las meninas, unas muñecas que recuerdan a las famosas Meninas del cuadro de Velázquez.
El próximo objetivo que tiene en mente es la realización de una colección de tortugas, porque asegura que antes de colocarse delante del vidrio es necesario saber qué quieres hacer. Sin embargo, señala que no está sola con sus diseños, las manos de su marido y de sus hijos son indispensables para su trabajo de cada día.
El pasado año acudió a más de treinta ferias de artesanía y mercados medievales de Castilla y León. Su próxima cita será en la feria de muestras de Villablino el 8,9 y 10 de abril. Es durante la época invernal cuando aprovecha a elaborar las creaciones que venderá el resto del año. Comenta que el público de la Comunidad valora este arte, pero que son los leoneses los más receptivos y los salmantinos los que más pasean sin comprar.
«A los artesanos nos gusta que se paren en nuestro puesto y nos pregunten cómo se hace». Cuenta que cuando alguien le pregunta por su trabajo explica que en la artesanía está la singularidad, ya que todo el trabajo que realiza con las manos conlleva diferencias. Además destaca que no le gusta repetir los artículos, los precios varían según su elaboración, pero rondan entre los diez y los cien euros. Hace un mes colocó su primera exposición en la localidad vallisoletana de Santovenia.
Pocos son los artesanos que aún quedan hoy en día en la comunidad Castilla y León, pero Severina es un ejemplo de que no importa la edad que se tenga para emprender un nuevo camino laboral.
Fuente e imagen: Diario de León
No hay comentarios:
Publicar un comentario